jueves, 13 de julio de 2017

2.5 Reflexión "El placer de comer y cocinar"

Cada vez veo más claro que no sabemos lo que comemos.
Al hacer la compra nos fijamos en el nombre del producto y rara vez comprobamos qué lo compone y está comprobado que el nombre no siempre refleja fielmente lo que pensamos que estamos adquiriendo.
Al comer en un establecimiento encontramos en las cartas platos de nombres imposibles cuya composición no se aclara ni tras la consabida pregunta de “¿qué lleva esto?”.
La mayoría de nosotros somos consumidores ciegos, compramos a ciegas, ordenamos la comanda a ciegas.
Espero que esta ceguera no tenga graves consecuencias, porque asumo que alguna ha de tener, sólo espero que no sea terrible.
Saludos

Ana

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